Descalcificadores para viviendas
Nuestros descalcificadores son de última generación que suministrarán agua de baja dureza a toda su vivienda. Nuestros equipos de descalcificación suministrarán un agua blanda ausente de sales incrustantes protegiendo sus instalaciones y evitando la obstrucción de todas las tuberías a la vez que les permitirá disfrutar de las múltiples ventajas asociadas al agua descalcificada.
La calidad del agua de nuestro medio ambiente empeora cada día, y esto provoca en muchos casos un aumento de la dureza del agua, éste hecho puede ocasionar problemas en las conducciones y afectar al correcto funcionamiento de los equipos que empleen ese agua, incrementando su mantenimiento y reduciendo su vida útil. Esta realidad nos ha impulsado todas nuestras gamas de equipos de descalcificadores, especialmente concebidos para asegurar un suministro de agua de alta calidad a su vivienda.
Ventajas de los Descalcificadores Domesticos:

Protección de Electrodomésticos y Tuberías:
El agua dura puede causar acumulación de sarro en electrodomésticos como lavadoras, lavavajillas, y calentadores de agua, así como en las tuberías. Esta acumulación reduce la eficiencia y la vida útil de estos dispositivos. Los descalcificadores eliminan estos minerales, previniendo la formación de sarro y extendiendo la vida útil de tus electrodomésticos y sistema de fontanería, además de mejorar su eficiencia energética.

Mejora en la Calidad del Agua para la Higiene Personal:
El agua dura puede dejar residuos en la piel y el cabello, haciéndolos sentir secos y opacos. También puede causar irritación en personas con piel sensible. Con un descalcificador, el agua se vuelve más suave, lo que ayuda a mejorar la salud y apariencia de la piel y el cabello. Además, facilita la creación de espuma con jabones y champús, mejorando la efectividad de los productos de higiene personal.

Ahorro en Productos de Limpieza y Energía:
El agua suave generada por los descalcificadores requiere menos detergente y jabón para limpiar de manera efectiva. Esto no solo reduce los costos en productos de limpieza, sino que también minimiza el impacto ambiental. Además, la ausencia de sarro en electrodomésticos y calentadores de agua mejora su eficiencia, lo que se traduce en un menor consumo de energía y, por ende, en facturas de servicios públicos más bajas.